La Real Federación Española de Automovilismo (RFEA) ha apelado ante la organización internacional (FIA) la sanción impuesta en Hungría a la escudería ING Renault de Formula 1 y que afecta a Fernando Alonso.
La mala suerte ha perseguido al asturiano que puede perderse una de las citas más deseadas del año como es la del circuito urbano de Valencia donde el calor del público arroparía al asturiano y le motivaría sobre manera.
La RFEA no se ha quedado de brazos cruzados y ha reaccionado rápidamente, remitiendo un informe de alegaciones a la FIA solicitando su anexión al expediente de apelación.
Según la RFEA la sanción es desproporcionada y perjudica gravemente a los pilotos del equipo, los cuales no tienen culpa que por un error humano de los técnicos se pusiera en peligro al resto de participantes. Además para poder adoptar una decisión sancionadora, deberían ser hechos perfectamente probados que el mecánico que se equivoca, detecta su error y lo reporta a su jefe, que el jefe, a sabiendas del error, ordena salir al coche, y que el piloto, en este caso Fernando Alonso, es conocedor de que va a perder una rueda, y sale con todos las consecuencias.
Lo preocupante es que se está dando por sentado y sin pruebas, que Fernando salio de boxes conociendo que su coche estaba mal y eso no fue así.
Pero la decisión de penalizar al equipo ING Renault es más grave de lo que parece ya que esta decisión perjudica integramente al GP de Europa de Fórmula Uno, a los promotores del mismo, a las empresas patrocinadoras del Gran Premio y del piloto español, a los ciudadanos y la ciudad de Valencia, así que se espera que la FIA entienda lo desacertado de esta decisión y lo exagerado de la misma.
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