Fernando Alonso tiene una visión muy precisa de lo que puede dar de sí una de las grandes novedades de la temporada que viene en la Fórmula 1, la prohibición de efectuar repostajes durante la carrera. Se podrá parar en boxes para cambiar de neumáticos, pero no para rellenar el depósito, por lo que habrá que salir a carrera con unos 210-220 kilos de gasolina y aguantar desde la salida a la meta. Los neumáticos, especialmente los traseros, tendrán que soportar al principio de cada gran premio una exigencia mayúscula con semejante peso. ¿Cambiará eso la forma de pilotar?Para el piloto español, no será tan crucial. “No creo que vaya a ser decisivo, ni creo que vaya a cambiar tanto las carreras”, confesaba durante el último acto que mantuvo con el Grupo Santander en Madrid, prohibido para la prensa, y al que ha tenido acceso MARCA. “No se podrá repostar durante la carrera y los neumáticos llegarán más machacados, pero lo importante será no hacer el bestia en las 10 ó 15 primeras vueltas, durante el primer stint”, confesaba el bicampeón mundial. “Pero no creo que por ello vaya a cambiar el estilo de pilotaje”.
Los pilotos van a afrontar un primer tramo de carrera en el que deberán pilotar con un peso desconocido. Hasta ahora salían a carrera como máximo con 80 ó 90 kilos en el caso de ir a una parada, con 40 ó 50 yendo a dos, y se mantenían toda la carrera desde esas cifras hasta 0. Ahora arrancarán las carreras cuadruplicando esas cifras, con distintas reacciones, velocidad de paso por curva, y, por supuesto, desgaste de ruedas hasta que no avance la carrera y consuman combustible.
Fernando sigue manteniendo un discurso tranquilo y humilde en estos primeros días de trabajo con Ferrari. “No necesito llevarme a nadie de McLaren o de Renault porque en Ferrari están los mejores ingenieros del mundo”, destacó en Madrid en un claro guiño a sus nuevos compañeros de aventura.
Mientras sigue su preparación física para el año que viene, alterna los viajes a Maranello, en los que ha podido mantener su primer briefing de trabajo con los técnicos del Cavallino, ver el chasis del coche en el túnel del viento, hacerse el asiento y conocer el volante de arriba a abajo. “Tengo que ganarme la confianza de los ingenieros, del equipo, conseguir que lleguemos muy unidos a la primera carrera de Bahrein. Este es mi gran objetivo de estos meses”, decía en el citado acto.
Fernando entiende que con los ingenieros de la Scuderia la forma de abordar el desarrollo del nuevo Ferrari diferirá en un principio de la que tenía en Renault, donde si Fernando decía A, se hacía A: “Si los datos que te da el ingeniero y la telemetría difieren de lo que siente el piloto en la pista, pues se habla y se trabaja con el ingeniero porque es fundamental el instinto del piloto, el feeling con el coche, pero se tiene que analizar el porqué de los datos, y hallar una solución”, respondió Fernando a uno de los ingenieros becados por Universia que le cuestionaron sobre el día a día del que será su trabajo en Ferrari. El asturiano lo está poniendo todo para llegar a Bahrein el 14 de marzo como si llevara un año ya en el equipo.
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